BUENOS AIRES.- Mientras la presidenta, Cristina Fernández, enfrentaba con entereza el dolor, miles de personas llegaron espontáneamente desde la tarde hasta anoche a Plaza de Mayo para despedir los restos de Néstor Kirchner. Los militantes rindieron su homenaje de pie, pero resignados por la noticia.
Primó el silencio frente a la Casa Rosada donde la gente comenzó a congregarse poco a poco con carteles, flores y banderas en apoyo a la Presidenta y en homenaje al ex mandatario.
Temprano sólo se oían aplausos aislados y murmullos. "Murió peleando", le decía un militante a otro en una charla improvisada sobre las escalinatas de la Catedral, donde el cardenal Jorge Bergoglio encabezó una misa en honor al líder del PJ. Unos metros más adelante miles de ofrendas fueron depositadas sobre el vallado que divide la Plaza de Mayo de la Casa Rosada. Allí se encontraron dos jóvenes que se abrazaron como si estuviesen penando la muerte de un familiar.
Desde ese mismo lugar nació una larga fila que cruzó la plaza, se extendió por Diagonal Norte hasta llegar a los pies del Obelisco. En esos 400 metros se observaron abuelos, padres y nietos esperando su oportunidad para homenajear a Kirchner en la puerta de la Casa Rosada. A lo largo de la fila cada uno de los militantes lleva sin excepción una flor. Algunos, además, vistieron remeras partidarias. Muchos le rinden tributo con carteles manuscritos: "Cristina: Néstor está vivo, está entre todos nosotros".
Después de las 19, empezaron a llegar varios funcionarios. Entre ellos, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, la ministra de Industria, Débora Giorgi, la ministra de Defensa, Nilda Garré, el titular del Inadi, Claudio Morgado, el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, la diputada Diana Conti, el senador Daniel Filmus y el diputado provincial Fernando Navarro. También concurrieron la titular del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, Hebe de Bonafini y Osvaldo Papaleo.
Además estuvieron el titular de la Autoridad de Aplicación de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, Gabriel Mariotto, y el subsecretario de Obras Públicas, Abel Fatala. En tanto, la empresa Metrovías dispuso que los usuarios puedan viajar en forma gratuita en las seis líneas del subte, el Premetro y el ferrocarril Urquiza para participar de la concentración en Plaza de Mayo.
Mientras tanto, Cristina enfrentó con entereza la muerte de su esposo pese al "enorme sufrimiento", reveló el gobernador de la provincia de Santa Cruz, Daniel Peralta.
La mandataria se recluyó en su residencia privada de la localidad santacruceña de El Calafate tras la muerte en la mañana de su esposo en el hospital de esta villa turística patagónica, acompañada por sus más estrechos colaboradores y familiares. Más allá de su "tremendo sufrimiento", está "muy entera", aseguró el gobernador luego de compartir las horas más difíciles de la mandataria.
"Es una mujer de mucho temperamento y valor, y eso es lo que transmite", indicó.
La presidenta afirmó que seguirá "luchando por todos los argentinos", dijo por su parte el sacerdote Carlos Álvarez. El párroco acompañó a la mandataria luego del fallecimiento en la mañana de Kirchner, a los 60 años, a causa de un paro cardiorrespiratorio. Aseguró que vio a Cristina "muy fuerte y con mucho temple".
También la acompañó el intendente de El Calafate, Javier Belloni. "Es sorprendente el estado de la señora presidenta, está muy fuerte" remarcó.
Los restos de Kirchner serán trasladados en la madrugada de hoy a Buenos Aires, donde serán velados a partir del mediodía en la Casa de Gobierno. Luego serán llevados de regreso a Santa Cruz para su sepelio en Río Gallegos. (NA-DyN)